sábado, 15 de agosto de 2015

. Que no me puedas ver .

                                                                                                                              A Oliverio y Clarice.

Que  tu libido te abandone y no vuelva nunca.
Que el placer te asuste. La gravedad te pese.
Y el olvido te cobije tras sus murallas.

Que sólo creas en dios,
le tengas miedo
y vayas a confesarte saboreando la amargura incómoda del lavado de la culpa
, y se te derrita la cara como si fueras de cera por el calor y por el frío se te caiga y estalle tu rostro congelado.

Que te obsesionen las alcantarillas  y  no disfrutes de las fiestas ni de las vacaciones y que cuando hagas pis te salpiques . Que todos los rayos del cielo caigan sobre tu cabeza y cuando abras la canilla salgan pescados podridos.

Que desafinen en cada acorde las canciones que te gustan
Que tus ganas te destierren. Que se rían de vos a carcajadas en cada lugar donde entres y nadie te mire a los ojos cuando te hable Que las velas no te prendanse marchiten las flores cuando las pongas en el florero; los mozos no te atiendan, los heladeros te den sopa y las mariposas miedo. Y que te asusten las caricias y disfrutes de las quejas. Que las pipas te fumen a vos y los animales en el zoológico te den la espalda.
        -Que no existan los zoológicos- 

que los libros te muerdan
, cuando quieras abrirlos,
como un hipopótamo hambriento y
los perfumes en contacto con tu piel
huelan como la mierda del hipopótamo

. Que nada te divierta más que ser el blanco del tiro y tengas puntería. Que haya un hormiguero en tu cama y lombrices de postre cada vez que quieras postre.
Que siempre quieras postre




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