Ella sabe que su belleza lo lastima del modo más dulce y perverso. Y no le importa, él siempre se siente lastimado por algo. Además está acostumbrada a sentir que siendo como es lastima a los demás. Percibe (aunque al principio lo niegue o finja no entenderlo) que es el mecanismo que él necesita para cubrir sus miserias -que no son las de ella-; intuye su miedo a perderla, su miedo a la soledad en vez de la adrenalina por descubrirse siempre un poco más; presiente que él (en vez de simplemente amarla) desea poseerla. Se siente atrapada y quiere salir corriendo de la relación. Tarda en hacerlo, porque primero intenta en vano solucionar ese desfasaje (que él ignora totalmente) para disfrazar sus miserias, -y ahora si son las de ella-.
A ella le cuesta salir del círculo y él es un idiota.
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