jueves, 5 de marzo de 2015

Milagro en Milán de Vittorio De Sica

Totó, un joven huérfano inocente y con pocas luces, vive junto con otra gente en un asentamiento en las afueras de Milán, producto de la inmigración que huye de la escasez de la posguerra. Cuando se descubre petróleo en el terreno donde viven, el protagonista decide enfrentarse al dueño de la tierra, el poderoso señor Mobbi que sólo piensa en hacer negocios.
La tragedia y la comedia se mezclan desde que se crea el poblado: aparecen retratados el racismo, los abusos, mentiras y estafas, el despotismo y la dominación. El film reivindica a los personajes que viven en la miseria, llenos de amor y respeto, que resistieron incluso una infancia difícil que no ha podido socavar los buenos sentimientos. Totó es un personaje cargado de bondad, ingenuidad e inocencia que lucha sin rencor contra una sociedad injusta que monopoliza los recursos y abandona a los que menos tienen.
El abandono queda plasmado en imágenes que muestran la crudeza de la época de posguerra: calles desoladas, descampados llenos de escombros, nubes grises, mendigos amontonados compartiendo un rayo de sol, Totó niño acompañando solo el ataúd de su madre adoptiva mientras la ciudad continúa su rutina  logrando que la muerte se convierta en un elemento más del paisaje. De Sica retrata las amenazas que pervierten y condicionan las relaciones humanas, atravesadas por intereses económicos y las consecuencias de la lucha de clases.
Cargadas de de elementos fantásticos percibido por los personajes como algo normal, característica del realismo mágico,  se suceden escenas para el recuerdo llenas de ingenio y poesía: Totó entre los repollos, las casas que cambian de lugar, el enano que crece, el hombre que controla la humedad, la conversación perruna, la madre seguida por los ángeles, la resurrección de la estatua, etc. Se transforma lo cotidiano en una experiencia extraordinaria, la narración de hechos de la realidad se combina con el mundo imaginario.
El final de la película hace girar la historia hacia lo fantástico cuando un milagro – todos los personajes huyen de la policía sobrevolando, montados en escobas, la catedral de Milán-  compensa los esfuerzos de los humildes para salir adelante y es justamente eso lo que la vuelve tan profunda y encantadora.

Milagro en Milán es una alegoría fantástica a cerca de la pobreza y las injusticias sociales. De Sica a través de fundir la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos propone soluciones inocentes y genera que los personajes realicen acciones inesperadas en contra de una autoridad que los oprime.

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